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RAFAEL URIBE URIBE
Eduardo Santa
Editorial Bedout S. A. Medellín. Junio 15 de 1973.
10.5 x 18.5 x 2.0 cms. 352 páginas. Cosido en cuadernillos.
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Ejemplar adquirido por $ 1.000 por NTC … en venta de libros usados en Calí (Parque del Correo). Diciembre 5, 2009.
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Sobre la primera edición (1962) de esta obra, su contenido, textos y otros detalle, ver:
RAFAEL URIBE URIBE , http://tertuliawhite.blogspot.com/2009_09_17_archive.html
RAFAEL URIBE URIBE, Un Hombre y una Época. Eduardo Santa. Primera Edición, 1962.13.0 x 20.1 x 3.2 cms. 463 páginas. Cosido en cuadernillos. Esta primera edición de RAFAEL URIBE URIBE se terminó de imprimir durante el mes de mayo de 1962 en los talleres de la Editorial Iqueima. Editor Hernando Salazar. Ediciones Triángulo. (Pág. 463) .
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. - En la página 352 del libro.
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PRÓLOGO
Por Juan Lozano y Lozano
UN COLOMBIANO EJEMPLAR(Págs. 5 a 8 del libro)
Por Juan Lozano y Lozano.
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Escaneó: NTC … Nos Topamos Con … http://ntcblog.blogspot.com/ , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia, Diciembre 12, 2009)..
La figura sin par del general Rafael Uribe Uribe emerge en toda su grandeza humana y colombiana, de las casi quinientas páginas biográficas que acaba de consagrarle el joven hombre de letras Eduardo Santa. Bien dice el autor que solo a Antonio José de Sucre podría compararse, como unidad resplandeciente de innúmeras aptitudes superiores, este modelo de conductores de hombres.
El filósofo, síntesis de los valores intelectuales; el héroe, suma de los valores prácticos; el santo, resumen de los valores morales, conviven en él en armonía fecunda y lo erigen en el hombre perfecto de nuestra estirpe; y cada pensamiento de su cerebro, cada impulso de su corazón, cada afirmación de su voluntad, cada acto de su vida, podrían servir de norma general, de cánon ético y estético. Al recorrer las páginas de Santa -inspiradas en documentos irrefragables- se siente el calofrío de los grandes acontecimientos del espíritu.
. No sé si en muchos lectores la biografía de Santa produzca la emoción intensa que en mí ha producido. Yo, en mi niñez, conocí al general Uribe muy de cerca, como si fuera persona del más íntimo círculo de familia, gracias a la amistad y colaboración política que ligó a mi padre con él; y lo veía -prácticamente todos los días, en mi casa o en la suya. Desde luego, entre los míos no se hablaba sino del general Uribe, como de una suma de perfecciones; y se relataban con delectación morosa todos sus hechos y sus dichos. Siendo mi padre uno de los uribistas férvidos, colega en el Congreso, miembro de la Dirección Liberal y colaborador asiduo en "El Liberal", me mandaba a mí, niño de once años, en calidad de cooperación suplementaria, a corregir pruebas al periódico, que ocupaba el tramo oriental de los bajos de la casa del General, en el Camarín del Carmen. El tramo occidental de aquellos bajos estaba ocupado por las oficinas: redacción del periódico y Dirección Liberal Nacional. Yo, sentado a una mesita dentro de la imprenta, miraba por un vidrio esmerilado, roto, lo que pasaba en las oficinas, al otro lado del patio. Allí había siempre señores, hablando con Uribe. De pronto, el General dejaba a sus amigos, se salía de la oficina, subía rápidamente la escalera que conducía al segundo piso, alzaba en vilo a sus nietas que jugaban en los corredores, las besaba, y volvía a bajar rápidamente a su despacho, para continuar la conferencia. Me daba cuenta yo, de que no había subido sino para eso.
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Este recuerdo, para decir que quienes quedamos de los que alcanzaron a vivir en el ámbito del general Uribe (en mi juventud, después, fuí honrado con la amistad de ese gran ciudadano que fue el doctor Carlos A. Urueta), encontramos extraordinariamente bien enfocados por Santa los rasgos del carácter del héroe; la pintura humana que de él presenta un mozo de las más nuevas generaciones intelectuales. El hombre que, preso por acusaciones de violencia, emplea los ocios del calabozo en escribir un diccionario; el hombre que, en el estallar de una revolución precipitada contra su expresa voluntad, lo deja todo para entrar en la guerra en las más desfavorables circunstancias; el hombre que, después de castigar en un soldado un acto de rebelión colectiva, tira a un lado su carabina, se cruza de brazos y pregunta si hay alguno que quiera dispararle; el hombre que después de fulgurantes y estupefacientes victorias, que lo hacen de hecho la primera figura de la guerra, cede temerariamente su jefatura a un viejo militar a quien proclama y a cuyas órdenes pasa a servir sin condiciones; el hombre que, a la luz moribunda de los vivacs, se recoge a escribir cartas de amor a su desposada de veinte años atrás; el hombre que en una Cámara, solo, se enfrenta a sesenta parlamentarios conservadores y les grita las más tremendas acusaciones, sin que nadie se atreva a faltar le al respeto; el hombre que pronuncia en el exterior grandes discursos que hacen época, sobre cuestiones internacionales, y pasa de allí a recoger semillas de plantas útiles para enviar a la patria; el hombre de mil facultades y virtudes y de una sola voluntad, Rafael Uribe Uribe, se destaca de las páginas de Eduardo Santa con todo su relieve de héroe nacional, de los que solo nacen una vez por país o una vez por centuria.
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Especialmente afortunados son los capítulos de Santa en donde se describe con objetividad y veracidad contundentes el panorama de la Regeneración, como hecho de gobierno. La evolución política de Núñez, cualquiera que hubiese sido su justificación histórica, cualesquiera que fuesen sus principios rectores (y sobre ello habría mucho qué decir), se presentó en la práctica en hechos de integral inaceptabilidad y de absoluta insoportabilidad.
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Aquello, que no fue sino un acuerdo simoníaco de entrega, que se tradujo en un régimen de arbitrariedad, de persecución, de especulación, de iniquidades escandalosas, que hacía en el país la vida invivible para los liberales. La rebelión contra tal estado de cosas era un hecho inevitable; era una explosión de la vida moral. Todos los liberales, quien más quien menos, estaban en absoluto acuerdo con Uribe; pero Uribe, por su personalidad superior, que rebasaba todas las proporciones, vino a ser la personificación de la revuelta. Llegó así a ser el hombre más odiado por el régimen, el blanco de todos los improperios y todas las calumnias. Fue, sin embargo, tanta su grandeza personal y conceptual que, derrotado, reapareció ante liberales y conservadores como la más respetable figura nacional. Su juventud, generalmente documentada en el precioso manuscrito de don Julián Uribe, que yo tuve alguna vez ocasión de hojear en la hacienda de "Morillo"; la lucha contra la Regeneración, principalmente en la Cámara, captada de los "Discursos Parlamentarios"; la heroicidad grandiosa y la abnegación indecible de su vida de revolucionario, cuya principal fuente son los "Documentos Militares", reunidos por el doctor Urueta; todas estas partes de la biografía de Santa son admirables; revelan a Uribe en el esplendor de su gloria como hombre, como orador y como guerrero, y son incontestables como crítica histórica, y su lectura revestirá importancia espiritual de primera magnitud para la juventud presente.
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Al azar de la lectura del gran libro de Eduardo Santa, me han ocurrido estas pocas anotaciones. Agregaría a ellas que un lenguaje más sobrio, en donde el elogio al protagonista no fuera prodigado en cada caso, no haría daño en una reedición, que estimo próxima de esta bella y fuerte obra. Yo recomiendo a los colombianos, particularmente a los padres y madres que tienen hijos jóvenes, que lleven este libro a sus casas, y lo lean en familia, a manera del rosario del Padre Peyton. Rafael Uribe Uribe es el mejor modelo de hombre que puede proponerse a las sucesivas generaciones colombianas. Sólo él obró en Colombia según la regla del imperativo categórico: Procede como si cada acto de tu vida debiera erigirse en norma de conducta universal. Eduardo Santa nos presenta a Uribe en la plenitud luminosa de su vida moral.
Juan Lozano y Lozano.
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ENLACES:
** RAFAEL URIBE URIBE , http://tertuliawhite.blogspot.com/2009_09_17_archive.html
** BLOG RUU http://rafael-uribe-uribe-tw.blogspot.com/ y allí archivos.
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Actualizó: NTC … / gra . Dic. 12, 2009, 8:32 PM